Exposición permanente. La entrada fue gratuita hasta el 30 de diciembre de 2021.
Situado en un entorno natural, con un jardín de más de 25.000 m2, es uno de los primeros edificios destinado a museo de España.
El Museo del Traje contiene una gran variedad de colecciones históricas y contemporáneas. Conserva escasas pero significativas piezas de los siglos XVI y XVII, de las que se podría destacar un jubón femenino de finales del XVI. La colección del siglo XVIII tiene excelentes ejemplos del traje masculino, como la amplia y rica colección de chupas y chalecos, así como la colección de casacasfemeninas y prendas castizas del majismo. El siglo XIX tiene una representación más limitada en número de objetos, pero los diversos estilos del período están representados. Guarda también una significativa colección de prendas de los más importantes diseñadores del siglo XX.
El edificio que acoge el museo se construyó entre 1971 y 1973, y albergó el Museo Español de Arte Contemporáneo. Es obra del arquitecto Jaime López de Asiain, que obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1969. Concebido desde el inicio como museo, el edificio está perfectamente ajustado a la función con sus salas multiuso, la facilidad de sus circulaciones y la limpieza y flexibilidad de su diseño.
El cierre por obras, desde 2019 hasta finales de 2021, ha permitido hacer un cambio en la exposición permanente, un acontecimiento único en la trayectoria de un museo. En este caso, se ha repensado el discurso expositivo y se ha ideado un recorrido en el que podrán verse más mil piezas (solo un 1% de la colección que alberga el museo), de las cuales más de la mitad se exhiben ahora por primera vez. La nueva exposición incluye piezas del fondo textil, pero también bienes etnológicos y documentales que ayudan a contextualizar las distintas épocas y a entender que las modas trascienden al ámbito de la indumentaria.
De esta manera, a través de la recreación de escenografías, en las que se muestra el arraigo de las modas en los objetos cotidianos, se realiza un recorrido cronológico desde el siglo XVII hasta nuestros días, exponiendo cómo la publicidad y los medios de comunicación han participado en la generalización de las modas así como éstas han estado asociadas también a los hábitos de salud, higiene y belleza.
Entre las piezas más antiguas se encuentran un guante de encaje del siglo XVII, así como el “Tratado de Sastrería”, de Juan de Albayzeta de 1720.
El museo cuenta también con una sección dedicada a la indumentaria tradicional, con una rica colección de trajes regionales.
Vestido, Gianni Versace, 1994
Modelo del mes. Antes de iniciar el recorrido de las colecciones presentamos la actividad Modelo del mes, una de las más populares y consolidadas desde que el Museo abrió sus puertas en el año 2004. Una de las novedades de la nueva etapa del Museo del Traje es designar un espacio autónomo para dar protagonismo al Modelo del Mes, antes centrado en piezas presentes en el discurso de la exposición permanente.
Vestido , 2013, Josep Font para DelPozo
Fuentes para la historia. Son escasos los objetos textiles conservados anteriores al siglo XVIII, especialmente prendas de indumentarias, por lo que el conocimiento de la historia de los tejidos y la moda se realiza en buena medida a partir de fuentes secundarias, como las artes plásticas y la literatura
El arte de la sastrería
Collares devocionales de azabache, hacia 1600
Colgantes y sello con iconografía religiosa, hacia 1600
El bordado y el encaje son trabajos artesanales y necesitan manos expertas para su ejecución y cuyo uso en indumentaria es una muestra de riqueza. El encaje se difunde a partir del siglo XVI, con España como uno de los focos principales, gracias al desarrollo en los conventos de las técnicas de encaje a la aguja y de bolillos.
Encaje de puntos de España, s. XVII. Útiles de encaje, s XIX. Tira de encaje a la aguja, s. XVII
Vestir a la francesa.
La llegada de Felipe V impone la moda a la francesa -que ya se vestía en Europa en la segunda mitad del siglo XVII- considerada como la primera moda internacional.
Vestir a la española.
La influencia del uniforme de la guardia de Mariana de Austria extiende ende entre los hombres el uso de amplios sombreros y capas largas que permiten embozarse, pero también mantenerse en el anonimato u ocultar sus armas
Entre bastidores: de la chupa al chaleco. Los tejidos se bordan en plano, sobre bastidor o al aíre, aprovechando al máximo la tela, que se recorta luego para componer la prenda.
El nuevo clasicismo. Hacia 1800, la corte y la alta burguesía continúan emulando la moda de la élite francesa, ahora de influjo neoclásico
Liberales y absolutistas.
Una pequeña burguesía toma forma en las principales ciudades españolas, si bien el lento desarrollo industrial frena su crecimiento y le impide alcanzar la influencia que muestra en los paisajes más avanzados
El coleccionismo burgués. El coleccionismo de tejidos y de indumentaria se pone de moda en el siglo XIX entre un sector elitista y especializado, de corte burgués
Majos y Majas. Los majos de sectores populares y de clases más elevadas, así como los toreros, han quedado inmortalizados en los cuadros y cartones para tapices de Goya.
El traje de luces.
Hacia 1800, dos toreros fijan las reglas de la lidia moderna, Pedro Romero y Costillares. El primero es el predilecto del pueblo, y viste a la moda, imitando el gusto francés de las clases altas. El segundo, favorito de la aristocracia, introduce elementos del traje de majo y el uso de montera.
La ilustración de moda
El pasaje comercial.
El desarrollo de la industria textil propicia la multiplicación de la oferta de artículos indumentarios y, aunque el sastre o la modista siguen siendo imprescindibles en la confección del traje por encargo, surge un nuevo espacio de dinamización comercial y de consumo, las galerías y los pasajes comerciales cubiertos.
Una silueta en construcción. La silueta femenina se conforma durante el primer romanticismo con enaguas de volumen creciente, cuya rigidez se aumentaba usando tejidos con crin de caballo.
La vista.
La sociedad occidental ha considerado desde el siglo XVIII que la vista es el sentido más importante, al asociarlo con la ciencia, el conocimiento y la apreciación artística
La renuncia masculina. La nueva consideración del trabajo, conlleva un profundo cambio en la moda masculina, que adopta progresivamente el aspecto funcional que conocemos hoy.
La imagen burguesa
El espacio urbano
El interior romántico.
El espacio doméstico se reconfigura con el cambio de la arquitectura urbana, ahora convertido en terreno propio de la mujer, salvo estancias exclusivamente masculinas como el despacho o el fumoir, donde los hombres fuman y conversan
Moda al alcance de la mano.
En 1881, nacen en Barcelona los grandes almacenes El Siglo, primer establecimiento de este tipo en España
El sentido del oído, por el que percibimos el sonido es uno de los más importantes canales para comunicarnos
Castañuelas, J. Casas, hacia 1940. Radio, Iberia años 50. Carraca, hacia 1920
Prestamos culturales.
La indumentaria tradicional es uno de los tesoros de la colección del Museo y forma parte de sus fondos más antiguos, ya que está íntimamente ligada a su origen, la Exposición del Traje Regional e Histórico, celebrada en Madrid en 1925
Diablo, fiesta del Corpus, Villa de los Santos (Panamá), hacia 1930. Diablico con látigo, fiesta del Corpus, Cucúa (Panamá) 1901-1933. Dimoni con caña (canya fel-la), fiesta de San Antonio Abad, Artá Mallora), hacia 1920
En toda la comunidad observamos diferente roles sociales, dentro de sus coordenadas espacio-tiempo. El trabajo y la actividad que desarrollan precisan de indumentarias específicas, adaptadas al medio y sus funciones
Traje testigo de la historia.
Traje roncalés (Navarra), hacia 1910. Mujer del Valle de los Pedroches (Córdoba), 1880. Traje festivo de pastora, Villaciervos (Soria), hacia 1880. Danzante, Garcillán (Segovia), hacia 1880. Traje festivo, Santiago de Compostela (A Coruña), hacia 1910. Traje Pastira, Jaén, hacia 1880. Traje cofrade, Gratallops (Tarragona), hacia 1850. Uniforme de cofradía del Carmen, Molina de Aragón (Guadalajara), hacia 1880
El traje testigo de la historia.
Traje festivo de campesino, Lanzarote, hacia 1920. Traje de Segoviana, hacia 1880. Anguarina, Ansó (Huesca), hacia 1850. Traje , La Serena (Badajoz), hacia 1910. Mujer en traje de diario, Vizcaya, hacia 1960. Traje festivo, Villarino de lo Aíeres (Salamanca, hacia 1870. Traje festivo, Santiago-Pontones (Ja´en), hacia 1880. Traje de arretiano, Dima (Vizcaya), hacia 1880. Traje de viuda rica, Toro (Zamora), 1880-1890. Traje festivo de niña, Fuentesáuco de Fuentidueña (Segovia), hacia 1880. Traje festivo de Asturias occidental de la infanta Isabel (La Chata), hacia 1855
Anhelos y aspiraciones.
Traje festivo, Candelario (Salamanca), hacia 1860. Traje festivo de niña, Candelario (Salamanca), 1870-1880. Traje festivo de pastora, Fuentearmengil (Soria). Traje festivo de hombre, Alcañiz (Teruel), hacia 1880. Novia, Navalcán (Toledo), hacia 1900. Traje festivo de Pozoantiguo, Alfoz de Toro (Zamora), hacia 1850. Traje festivo Segovia, hacia 1890. Traje festivo, Santiago (A Coruña), hacia 1900. Traje festivo de niño, La Alberca (Salamanca), hacia 1860
Arguizayola, Lizartza (Guipuzcoa), hacia 1930
El auge de la publicidad.
Cartel, Sociedad de la buena sombra, Josep Robert Picarin, 1906. Cartel, Carne líquida del Dr. Valdés García, Apeles Maeste, 1910. Cartel, La ilustración artística, 1900. Cartel, Gran licor Calisay, Antonio Utrillo, hacia 1903. Cartel, A los toros, Cecilio Pla, 1901. Cartel, Balneario de Caldas de Bohí, hacia 1900
Hacia la industria del ocio.
La necesidad de esparcimiento de las masas urbanas propicia un cambio en la industria cultural, que genera nuevas formas de distracción para un público creciente. Si el teatro, la ópera los bailes y exposiciones de arte siguen entreteniendo a la burguesía, las clases humildes abrazan el nacimiento del género chico, surgiendo la zarzuela
Zootropo y tiras con imágenes, Agapito y Borrás, 1890-1920. Linterna mágica y placa con imágenes, 1900. Cámara, funda y carretes, Kodak, 1910
Fortuny concibe sus piezas como obras de arte atemporales, al margen de la moda. No es un modista al uso, pues no se siente obligado por los ritmos que impone la industria parisina. Pionero en la silueta femenina, su creación más conocida es el vestido Delfhos, inspirado en la estatua El auriga de Delfos
Fortuny conoce el concepto de "obra de arte total" de mano de Rogelio de Egusquiza, seguidor de Ruskin, que también lo introduce en el mundo del grabado y del aguafuerte
El gusto
Moda cosmopolita
Tradiciones y vanguardia
El café cantante.
Chocolatería El indio, 1848-1994. Cartel papel de fumar Royal, hacia 1930. Vestido, Ana de Pombo para Paquín, 1939. Sillas de estrado, Córdoba, s. XIX. Guitarra, Andrés Burrel, 1861. Traje tradicional de hombre, Ávila, 1900. Vestidos y sombreros, años 30
Vestido y sombrero, 1920-1926. Mono, 1920-1928. Traje de baño hacia 1920; tocado, Casimira Orgaz, 1920-30. Traje de baño, Jantzen, 1929-1930. Traje de baño, Jaeger, 1920-1930; Kimono, 1925. Diseño para cartel, 1930 (reproducción)
La moda moderna 1918-1939.
Vestido y sombreo, años 30. Traje, Studio Clothes, Hollywood; sombreo y brazalate, años 30. Vestido, sombreo y estola, años 30. Vestido, sombrero, estola y bolso, años 30. Consola, Juan José García, 1925-1931. Jarra y sifón, años 30. Licorera y hielera, años 30
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