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jueves, 12 de diciembre de 2013

Comercios Centenarios V

Distrito Centro y Latina
Metro La Latina

Un paseo por la Cava Baja, calle Mayor y su entorno, en el distrito Centro y La Latina, viendo comercios tradiconales y centenarios.

Se conservan en nuestras calles algunos comercios que han superado la centena, generalmente regidos por familias en las que ya trabaja la 4ª ó 5ª generación. Muchos de ellos han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder el cáracter decimonónico en sus establecimientos.

El Ayuntamiento instala una placa de bronce en la vía publica, según diseño de Antonio Mingote, en la que se recoge el nombre del establecimiento, el año en que abrió, y la siguiente mención: "El Ayuntamiento de Madrid agradecido por los servicios a la Ciudad".

La Calle de Toledo. Comienza en la Plaza Mayor y llega hasta la Glorieta de Pirámides.

Plaza de la Cebada, 15 El arquitecto Mariano Calvo Pereira en 1870 construyó el Mercado de la Cebada, que fue inaugurado por el rey Alfonso XII en 1875, siendo derribado en 1956 y construyéndose en su lugar el actual mercado de la Cebada.
El nuevo look del Mercado de la Cebada se debe al colectivo artístico Boamistura, que pintó las cúpulas cada una de un color llamativo diferente. Dos de las fachadas del edificio también han sido intervenidas, contagiándose de esos colores de las cúbiertas.



Cava Baja es una calle del barrio de la Latina, va desde la plaza de Puerta Cerrada hasta la plaza del Humilladero, que se configuró tras el derribo de la muralla cristiana. Su nombre proviene de los fosos existentes en la base de esta construcción militar.

Calle Cava Baja

Calle Cava Baja, 47 Corchera Castellana. Comenzó de forma ambulante, en 1881, al igual que muchas otras tiendas de la época. El padre de Gregoria Mayor Domínguez colocaba el corcho, que traía a Madrid a lomos de un borrico, en una especie de nichos que había en las paredes de la Cava Baja y se ponía allí mismo con sus aperos a realizar tapones, normalmente a cuchillo o navaja, para las fábricas de lejías, boticas y bodegas. En 1903, Emiliano “El Taponero”, marido de Gregoria, se establece en el 6 de la calle Colegiata y en 1954 se decreta el derribo del edificio por estar la finca fuera de línea, con lo que se compra el local de la Cava Baja, en el espacio que tenía anteriormente una cuchillería y un taller de zapatero, retornando hasta la actualidad a los orígenes de la corchera.
El actual dueño, quinta generación, Fernando de María, comenzó a trabajar como aprendiz a los 14 años. Trabaja el corcho en todas sus modalidades, pero está especializado en tapones, y tenía su propia fábrica en el sótano del local. 
Hace poco ha desaparecido definitivamente este comercio centenario, aunque sigue estando la placa en la acera.
Fachada del antiguo comercio. Foto de juancato.com


Actualmente en su lugar está Cocktail-Bar 47

 Calle Cava Baja

Calle Cava Baja, 13 Espartería Juan Sánchez. Es de las pocas tiendas que quedan de artesanía en Madrid, es una tienda de decoración, de productos típicos, de manualidades, de antigüedades, de disfraces, una tienda de barrio, cordelería, cestería, cacharrería, sillería… Venden productos rurales como botijos o botas de vino, pero también palos de kali para artes marciales, cuerdas para bomberos, huchas de cerdito, trampas para ratones…
Cubas de vino, barricas de roble; garrotes, bastones de senderismo, varas gitanas; ánforas de barro, botijos; botas de vino, fuelles de chimenea, tablas de lavar la ropa; cubos de goma, cepillos de barrendero, escobas de bruja; cuerdas, sogas, lías; hamacas, persianas, cortinas; salvamanteles, cucharas de madera…






Calle Cava Baja, 24 Restaurante La Chata. Una de las tascas más castizas y típicas de Madrid. Llama la atención desde la calle debido a su fachada, cubierta de azulejos que representan escenas tradicionales del viejo Madrid.

Calle Cava Baja 14. Posada del Dragón Lo que hoy conocemos como Posada del Dragón, fue a comienzos del siglo XVI, una Alhóndiga (granero municipal, lugar de almacenamiento del Pan y donde también se regulaba su distribución y venta). Fue propiedad de la Villa de Madrid y se remonta a la época de los Reyes Católicos. La Posada del Dragón debe su nombre al mítico dragón que estaba situado en piedra sobre la Puerta de Moros.
Fue construida como casa de huéspedes en 1868 por el arquitecto Francisco de Cubas, Marqués de Cubas. Forma parte de un edificio histórico protegido. El edificio es una corrala del siglo XIX, en cuyo interior se encuentran restos de la muralla árabe y cristiana, una bañera de mármol, un pilón-abrevadero y una escalera de madera. A finales del siglo XIX el edificio original fue demolido y reconstruido en 1910, donde empezó a conocerse como alojamiento para comerciantes del Rastro y proveedores del cercano mercado de La Cebada.

 Calle Cava Baja, 9 La Posada de la Villa data de 1642. En los alrededores de la Plaza Mayor, Cavas y calle Toledo existieron gran cantidad de lugares de hospedaje, ya que era zona de paso de los coches y diligencias que traían a Madrid a comerciantes, trabajadores y visitantes. Situada en lo que anteriormente fue el único molino de harina existente en Madrid, la Posada de la Villa era un lugar más de alojamiento y comidas de la época. Cuando las casas de hospedaje de la zona decayeron la Posada no fue una excepción. Muchas de estas casas: La Posada del Dragón o la del León por ejemplo no han sobrevivido, pero la Posada de la Villa, ya en estado calamitoso, fue restaurada por Félix Colomo en 1981. Se transformó en el horno de asar actual, especializado en cocina tradicional, como su cocido madrileño hecho en puchero de barro sobre las cenizas de paja y troncos de encina, o el cordero lechal asado en cazuela de barro en el antiguo horno árabe.



En la Calle Cava Baja se conservan algunos restos de la muralla cristiana, integrados en la estructura de diversos edificios

Calle Cava Baja, 12 Posada del Leon de Oro Data de 1893 y fue posada para aventureros, espadachines, comerciantes y enigmáticos personajes. Ahora este edificio totalmente reformado es un hotel.

La Puerta Cerrada era un acceso al recinto de Madrid ubicada en uno de los lienzos de la muralla cristiana. La posición de la puerta es indicada por un hito en forma de cruz ubicado en el centro de la plaza.

 



  
Plaza de Puerta Cerrada, 11 Casa Paco Fue fundada en 1890 como la clásica taberna de vino, cartas y dominó. En los años 30, se refundó y reformó por Francisco Morales, Paco, que la convirtió en lugar de encuentro popular de tratantes de ganado, joyeros, carboneros, fontaneros, toreros, escritores y anticuarios del rastro. Estos últimos son los responsables de que saliese de aquí el tradicional “Entierro de la Sardina” hacia San Antonio de la Florida.
Visitantes famosos: Ava Gardner, Ernest Hemingway, Samuel Bronston, Palomo Linares, Conchita Montes, Francisco Rabal, Fernando Fernán Gomez... Cerró durante la Guerra Civil y tras la contienda se comenzó a servir el cocido en pucheros individuales a 25 céntimos, tradición que ha llegado a la actualidad: los martes hay cocido en Casa Paco, célebre además por la carne a la francesa servida sobre piedra caliente.


 Calle Toledo, 18-20 Casa Hernanz La tienda Casa Hernanz lleva más de un siglo y medio vendiendo alpargatas. Esta moda llega en los años 60 de la mano de Yves Saint Laurent que las llevó a las pasarelas de medio mundo, pasando a ser los zapatos que usaban personajes tan conocidos como Jacqueline Kennedy o Marilyn Monroe.
Como consecuencia, Casa Hernanz llena a diario su tienda con centenares de clientes vendiendo unos 100.000 pares al año. Su tienda es la única que vende en Madrid alpargatas cosidas a mano en 32 colores y casi 30 números, por poco más de cuatro euros. La tienda ha comenzado a ser conocida a nivel mundial, hasta el punto de que, hasta New York Times, ha hablado de ella.







Calle Toledo, 30 Alpargatas El Lobo. La familia Lobo se ha dedicado a la venta de alpargatas, calzado regional y de baile. Actualmente se dedican también al calzado histórico y teatral, sirviendo a clientes de la talla del Teatro Alla Scala de Milán. Para poder acceder a la tienda, sobre todo con la llegada del buen tiempo, suele ser necesario hacer cola, debido a la gran gama de colores que tienen en alpargatas.
Timoteo Lobo, bisabuelo del actual gerente, realizó una ampliación en 1924, aunque conservando la mayoría de elementos originales, tanto en el interior, estantes y mostrador de madera, como en su bonito exterior de madera con tejadillo de zinc y escaparates, propio de las tiendas de fines del siglo XIX.




 Calle Colegiata, 14 Curtidos Villaverde Tiene su origen en la asociación entre Cesáreo del Cerro y Fernando Villaverde, bisabuelo éste del actual gerente. La sociedad se estableció en una tienda en la calle Concepción Jerónima, dedicada al almacén de curtidos y fábrica de cortes para zapatería, marroquinería y confección.
Esta asociación llega hasta 1903, momento en que fallece Fernando Villaverde y se hace cargo su viuda, que continúa con el negocio en la calle Colegiata. Actualmente la empresa la lleva la cuarta generación de la familia. Se dedican a la venta de fornituras, como remaches y hebillas, y material relacionado con el trabajo de la piel. En algunos casos siguen realizando un trabajo artesanal, aunque también utilizan piezas realizadas de forma industrial. Sus artículos son singulares y especializados.
Sus clientes son empresas y particulares que compran directamente en la tienda o a través de Internet.





 Calle Toledo, 35 Almacenes El Botijo Probablemente es el tercer comercio más antiguo de Madrid. De los dueños que ha tenido el establecimiento se conoce a Nemesio Palencia y sus descendientes, de los cuales sigue al frente uno de ellos, Mercedes.
Mencionado en varios de los Episodios Nacionales de Galdós, comienza siendo un bazar donde se vendía todo tipo de productos: mimbres, sillas de mimbre, bastones, botería, alpargatas, cordelerías, rafia, fuelles, almadreñas, pólvora, cohetes, juguetes, pintura, plumieres y artículos de droguería despachados por cinco o seis empleados.
Hoy día vende productos de droguería y perfumería. De la antigua tienda sólo queda el botijo rojo sobre mármol blanco que da nombre y paso al establecimiento.


Calle Toledo, 38 Calzados Carballo Abre sus puertas con el nombre de “La Moda Práctica” y cambia al nombre actual debido al apellido de un familiar de los dueños que trabaja con ellos y que, finalmente, se hizo con la tienda, Ángel Carballo. De éste pasa a sus hijas Rosa María y María Victoria, que aún atienden en esta zapatería de la madrileña calle de Toledo.
Dedicada inicialmente a zapatería y proveedores de uniformes de la Guardia Civil, está especializada en todo tipo de zapatillas, alpargatas y zapatos para pies delicados. La tienda, protagonista de un anuncio de la Fundación ONCE, continúa manteniendo la estética de su apertura, incluyendo la cueva que sirve de almacén y que se utilizó como refugio durante los bombardeos de 1936. Entre sus clientes han contado con alumnos ilustres del cercano Instituto San Isidro, caso de Camilo José Cela, actores y productoras como la de Pedro Almodóvar.


Calle de San Millán

 Calle de San Millán, 4 Restaurante Taberna Oliveros El Restaurante Oliveros se fundó en el año 1857 por una familia de asturianos y fue adquirido por la familia Oliveros en 1920. Durante mucho tiempo fue el lugar tradicional de reunion de los asentadores de pescado. Su cocina es tradicional madrileña con influencia asturiana. El plato estrella es la "Tzabaza", una mezcla de callos, garbanzos y fabes, y su postre más famoso son los "Paponzuelos", a base de bizcocho, de nata, de crema pastelera y azúcar quemado. La portada de azulejos es del año 1922 y ha sido portada de varios libros. El eslogan reza: "Para comer bien y barato San Millán 4". Este restaurante se ubica en el Madrid castizo, cerca de la Plaza de Tirso de Molina y de la Latina, zona muy bien comunicada.






15 comentarios:

  1. Estimada Ángela, gracias una vez más por descubrirnos en algún caso y recordarnos en otros esas tiendas tan típicas de nuestro Madrid. Un excelente hallazgo esa de Cava Baja,13. pues necesitaba compara unas cuerdas y creo que allí las tendrán.

    Un saludo.
    Pedro Zorro Corredero

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    1. Si Pedro en Espartería Sánchez se pueden encontrar cantidad de cuerdas de distintinta clase, a ver si tienes suerte y encuentras lo que buscas.

      Un saludo

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    2. Madrid es hermoso espero visitarlo algun dia. Saludos desde Mexico

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  2. Miuy interesante el recorrido que propones por estos locales, todos llenos de encanto! El aire antiguo y tradicional es también uno de sus reclamos!! Saludos

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    1. Hola Xipo, ¿ya estás de vuelta de tu último viaje?. Estos comercios tan antiguos es verdad que tienen su encanto, los que he tenido la ocasión de poder vistar a mi me han gustado mucho.

      Un saludo

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  3. Este tipo de comercios tienen su aquel Angela, entras en ellos y el olor ya es especial, es como entrar en oreo tiempo. Me ha gustado mucho el paseo. Tus amigos de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea te desean de corazón Feliz Navidad y Próspero 2.014.

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    1. La verdad que si PEPE, tienen un encanto especial que no se ve en los comercios modernos.
      Igualemente para tod@s vosotros os deseo una Feliz Navidad.

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  4. Muy interesante el artículo y el paseo por estos comercios centenarios

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  5. Muy interesante el recorrido que propones por estos comercios centernarios

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  6. Por el principio de la calle Cava baja estaba a mano derecha la posada de San Isidro y seguido ,en el nº 10,sale la muralla de la que hablas (lo se porque alli yo pasaba largas temporadas en casa de mi tia ).Otra cosa, creo hay una confusión,hablando del mercado de la cebada ,el rey don Alfonso XII EN 1975 no vivia.De todas formas ,un lapsus ,lo tiene cualquiera un saludo ...JUANY

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    1. Se ve que conoces bien la Cava al haber vivido en ella. Efectivamente Juani un error al escribir el 8 por el 9, gracias ya está corregido.
      Un saludo.

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