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miércoles, 17 de marzo de 2021

Magnum: El cuerpo observado. Fundación Canal

Fundación Canal
Sala Mateo Inurria 2
🚇 Metro Plaza de Castilla

Hasta el 4 de abril. Entrada gratuita.

La Fundación Canal presenta “Magnum: El cuerpo observado”, una exposición que reúne 136 imágenes en las que 14 de los más destacados fotógrafos de la agencia Magnum Photos centran sus objetivos en el cuerpo humano como forma de expresión, tanto de los fotógrafos como de los propios sujetos fotografiados. A través de estas fotografías, los autores reflexionan sobre una amplia variedad de temas como la intimidad, la identidad, la sexualidad o cómo la distintas estructuras sociales y culturales determinan la forma de representar y entender el cuerpo humano.
El cuerpo es un tema fundamental a lo largo de la historia del arte. La aparición de la fotografía a mediados del siglo XIX abrió nuevas posibilidades de enfrentarse a la representación de la figura humana, ampliando el repertorio de temas, composiciones y tipologías. En este sentido, esta muestra explora cómo los fotógrafos de Magnum Photos han abordado la visión del cuerpo desde 1930 hasta la actualidad. Las imágenes buscan trascender la mera labor documental, para exponer aspectos característicos de las vidas y personalidades de los sujetos retratados a través de una profunda interacción con su fisicidad.
 
"Tratar de comprender mi propia fascinación por el conflicto y la guerra ha derivado en el análisis de lo que significa ser un hombre. ¿Qué tiene la guerra que atrae tanto a los hombres?".
Entre 2007 y 2009, Hetherington se integró en un pelotón estadounidense mientras patrullaba en el valle de Korengal, en Afganistán. Restrepo era no de los puestos de avanzada más peligrosos durante la guerra. El proyecto, titulado Infiel (Infidel) en referencia al tatuaje que muchos soldados compartían como señal de camaradería, se publicó como libro en 2010. Junto a las acciones de combate, Hetherington documentó la vida cotidiana de los soldados, produciendo una serie de imágenes íntimas y tiernas que exploran la idea de masculinidad, la vulnerabilidad masculina y la expresión del amor en situaciones extremas. Aborda también cuestiones más amplias, como las causas y los efectos del conflicto y su naturaleza inherentemente humana.

 

"Mis imágenes no son violentas. Son, en cierta manera, abstractas. Muestran dolor, miedo, deseo; hablan de cosas que todo el mundo conoce".
Durante un viaje a Camboya a principios de la década de los 2000, Antoine d’Agata quedó fascinado por las personas desarraigadas, como las prostitutas, los drogadictos y los "sin techo". En sus propias palabras: "Es en ese contexto, después de que estas personas hayan sido desnudadas y humilladas, cuando detecto la dignidad en su forma más pura". Sus viajes a estos "lugares oscuros" le han llevado a ciudades como São Paulo, Bangkok, Kuala Lumpur, Bombay y Manila, y han convertido al fotógrafo en un nómada.

El objetivo de d’Agata es experimentar la vida al máximo. Su búsqueda de la verdad le empuja a explorar sus propios límites físicos a través del sexo y las drogas, con la fotografía como ancla. "La fotografía me permite acceder al mundo de la oscuridad, donde me es posible sentir y existir". En su opinión, la fotografía está indisolublemente unida a la experiencia, por lo que el fotógrafo debe participar en la acción que ocurre frente a la cámara.


 
Olivia Arthur
"Me quedé fascinada con la idea de sentirse a gusto con uno mismo y con lo que eso significa exactamente".
Las fotografías de Arthur abordan la imagen corporal y la construcción de la identidad en relación con el género y la sexualidad en la ciudad de Bombay. Ha fotografiado a personas en la intimidad de sus hogares, en sus espacios privados. Le interesa el contraste entre el contexto público y el privado: cómo, para muchas personas, no hay privacidad en el hogar, pero sí un anonimato suficiente en el espacio público que les brinda la oportunidad de alcanzar esa intimidad y mostrarse tal cual son. Estas contradicciones se ven acentuadas por el conservadurismo religioso y cultural de la ciudad.

En 2016 Olivia Arthur fue invitada por la Bienal de Fotografía de Brighton y el Focus Festival de Bombay a producir un trabajo relacionado con las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, queer y transexuales en Bombay como parte de un intercambio cultural entre el Reino Unido y la India. Desde este punto de partida, la fotógrafa amplió la gama de temas para abordar un debate más amplio: el de la sexualidad en todas sus formas. 

 
Bieke Depoorter
"Las relaciones que establezco con aquellos a los que fotografío son la base de mi práctica artística".
En 2017 Paris Magnum Live Lab invitó a tres fotógrafos de Magnum a interactuar con la ciudad. Durante dos semanas Antoine d’Agata, Jérôme Sessini y Bieke Depoorter transformaron este encargo libre en tres trabajos.
Un plazo de tiempo tan limitado supuso un desafío para Depoorter, que generalmente se centra en proyectos a largo plazo que duran varios meses. En la tercera noche del Live Lab, la fotógrafa se encontró con Agata en un bar de striptease. El tiempo que pasaron juntas adquirió la forma de una historia fotográfica que se prolongó más allá de París y acabó convirtiéndose en un proyecto de retrato colaborativo todavía en curso.
Depoorter ha fotografiado a Agata en Grecia y Líbano, buscando capturar la esencia de una persona cuya forma de vida se asienta en la actuación y la mirada ajena. Juntas, modelo y artista desdibujan la línea entre realidad y ficción, construyendo una narración conjunta.


 
Alec Soth
"Un trabajo como el mío es más lírico que documental. Al igual que la poesía, carece de utilidad. Cualquiera puede sacar una buena foto (...) pero es increíblemente difícil juntar estos fragmentos de manera que resulten significativos".
Alec Soth ha documentado extensamente los paisajes y los habitantes de las áreas suburbanas y rurales de los Estados Unidos, empleando para ello la fotografía de gran formato. En 2004 el fotógrafo visitó Niágara después de ver la película homónima de 1953 protagonizada por Marilyn Monroe. Regresó siete veces en los siguientes dos años para retratar una región que considera una metáfora del amor y la pasión.
Niágara explora una ciudad deteriorada y turística ubicada en la frontera entre Canadá y Estados Unidos. Combina fotografías de entornos urbanos y retratos individuales y en pareja, que Soth pone en contraste con la naturaleza rebelde de las cataratas. La serie está imbuida de una sensación de aislamiento y melancolía que contrasta con la imagen de Niágara en la cultura popular como destino para los recién casados: el anhelo de amor domina sobre la promesa esperanzadora de su cumplimiento.

 
Bruce Gilden
"Alguien dijo de mí: «eres un gran fotógrafo que hace moda, no un fotógrafo de moda»".
En 2005, Magnum Photos lanzó un proyecto titulado Fashion Magazine. Propuesto por el fotógrafo Martin Parr, la idea consistía en invitar a los miembros de la agencia a crear su propia versión de una revista de moda, diseñando todo el contenido, desde los artículos a los anuncios. Fashion Magazine tenía como objetivo ofrecer un espacio para reflexionar sobre la fotografía de moda y romper con sus códigos visuales, al tiempo que le daba una vuelta de tuerca al concepto al incorporar a fotógrafos que no se habían dedicado a este tipo de trabajos con anterioridad. Era también una oportunidad para que Magnum Photos se aventurara en un nuevo campo.
Los cinco números publicados entre 2005 y 2010 fueron producidos por Martin Parr, Bruce Gilden, Alec Soth, Lise Sarfati y Paolo Pellegrin. En el segundo número, Gilden exploró los siete pecados capitales de la moda: poder, fama, adicción, culto al cuerpo, fantasear, exclusividad y lo ilícito.

 
Miguel Rio Branco
"Mi obra es una colección de fragmentos. Difícilmente podría ser de otra manera. Paso mi tiempo recomponiendo mis imágenes, juntando las piezas".
Miguel Rio Branco es un fotógrafo, pintor, artista y cineasta experimental brasileño. Sus primeros trabajos muestran interés por la fotografía documental que, gradualmente, fue evolucionando hacia imágenes subjetivas, en las que se acusa la influencia de su formación artística y cinematográfica.
La fascinación de Rio Branco por los fuertes contrastes, así como por los colores tropicales y la luz de Brasil, supone su principal fuente de inspiración. El fotógrafo emplea colores saturados y texturas exuberantes para captar situaciones dramáticas, al tiempo que muestra su fascinación por lugares marginales como la academia de boxeo Santa Rosa de Rio de Janeiro, frecuentada por jóvenes de la calle y ex prostitutas. El paso del tiempo, la violencia, la muerte y la sensualidad son temas recurrentes en su obra.

 
Alessandra Sanguinetti
"Un retrato significativo surge de entre tantas capas de historia personal, intereses, circunstancias y relaciones, que no tiene sentido tratar de definirlo. Todo el mundo es interesante".
A fines de la década de 1990 Alessandra Sanguinetti conoció a Guillermina y Belinda mientras preparaba su primer libro de fotografías en torno a la granja de su familia en Maipú, a 300 kilómetros al sur de Buenos Aires. Las dos niñas, que eran primas entre sí, tenían nueve años en ese momento. Junto con Sanguinetti crearon una serie lúdica y lírica basada en el realismo mágico, que documenta su desarrollo físico y psicológico desde la infancia a la adolescencia y, posteriormente, hasta la edad adulta. A medida que las niñas van creciendo las imágenes se hacen eco de los cambios en sus cuerpos, así como de la evolución de sus respectivas personalidades.



Susan Meiselas
"La cámara es una excusa para estar en un lugar en el que de otra forma no te correspondería estar. Me aporta tanto un punto de conexión como un punto de separación".
En 1972 Susan Meiselas quedó fascinada con los espectáculos de striptease itinerantes que recorrían las ferias locales de Nueva Inglaterra. Durante los tres siguientes veranos, la fotógrafa documentó la acción dentro y fuera del escenario, capturando tanto la respuesta del público como la vida privada de las bailarinas.
Meiselas realizó además retratos individuales de las mujeres, utilizando la carpa donde actuaban como fondo. En ellos las bailarinas posaron libremente y sin restricciones, revelando un cierto grado de confianza en la artista. Sus cuerpos muestran rastros de sus experiencias y no se ajustan a un ideal específico de belleza.
La serie explora ideas como el poder, la sexualidad, el deseo y el voyeurismo. A través de sus imágenes, Meiselas hace visible un mundo desconocido hasta entonces para muchos. Las fotografías van acompañadas de grabaciones de las bailarinas, sus novios, los "gorilas", los gerentes y algunos miembros del público.



Philippe Halsman

"Cuando el sujeto salta, en un repentino estallido de energía, supera la gravedad, no puede controlar a la vez sus expresiones, sus músculos faciales y las extremidades. La máscara cae".
Durante una sesión fotográfica para la familia Ford en 1952, Philippe Halsman le pidió a uno de sus modelos que saltara ante la cámara. Durante los siguientes seis años, el artista empleó esta técnica en sus retratos, pidiendo a sus sujetos que saltaran al final de la sesión. Políticos, empresarios, estrellas de cine, miembros de la realeza y otros artistas fueron fotografiados en el aire. Algunos participantes solicitaron accesorios, pero la mayoría improvisaron en el momento. Estas imágenes ofrecen una contrapartida juguetona al retrato tradicional, ya que la personalidad de cada celebridad se manifiesta a través de su forma única de saltar. Halsman presentó los hallazgos de lo que humorísticamente llamó Saltología (Jumpology) en un libro publicado en 1959.



"He intentado fotografiar el alma misteriosa y mágica de la España popular, con pasión, amor, humor, ternura, rabia, dolor y verdad".
En 1973 Cristina García Rodero recibió una beca de la Fundación Juan March para producir una semblanza fotográfica de España, documentando la rica cultura de zonas rurales que estaba a punto de desaparecer. El trabajo se convirtió en un proyecto más amplio que duró varias décadas y que fue publicado en 1989 con el título de España oculta.
Entre 1974 y 2010 García Rodero trabajó regularmente en Galicia. Le fascinaba la vitalidad y autenticidad del folklore y las festividades religiosas locales, que a menudo mezclaban rituales paganos y cristianos. El uso del cuerpo en estas fotografías obedece tanto a razones penitenciales como festivas. Las acciones de los retratados expresan su espiritualidad, sus sueños y deseos, y adquieren su significado a través del contexto, que está determinado por la identidad cultural del grupo y su adhesión a la tradición. Los cuerpos involucrados en estos actos también son vehículos a través de los cuales se transmite la memoria.




"Cuanto más veía de ella, más compleja me parecía y más me desconcertaba".
Eve Arnold fue contratada por la revista LIFE en 1959 para producir un ensayo fotográfico sobre la actriz estadounidense Joan Crawford. Arnold se había ganado el respeto de Crawford al fotografiar a la actriz para otro reportaje a mediados de la década de 1950. Como resultado, durante aproximadamente dos meses la fotógrafa pudo presenciar todos los aspectos de la rutina diaria de Crawford.
El reportaje daba testimonio del cuidado que el icono de Hollywood ponía en su aspecto físico, al tiempo que documentaba los laboriosos procesos necesarios para preservar su glamurosa imagen. La crudeza y la honestidad de las fotografías ofrecen una inesperada visión de la personalidad pública de Crawford y establecen una relación íntima entre ella y el espectador.



Influido por el surrealismo y el cuestionamiento de la sexualidad y el inconsciente que de él deriva, Herbert List exploró el desnudo masculino homoerótico como tema clave a lo largo de su carrera. En el grupo de imágenes tomadas en Grecia e Italia durante los años 30 y 40 yuxtapone escultura clásica y modelos en vivo, a menudo, amigos y conocidos. Al hacer referencia al canon clásico del desnudo masculino estas fotografías difuminan la línea entre realidad y ficción, ofreciendo una versión moderna de Pigmalión, el mito griego del escultor que se enamoró de su estatua. Las imágenes exploran la fragilidad y vulnerabilidad de la juventud y la belleza, así como su inevitable decadencia y desaparición. List experimentó con la luz, el contraste y el reencuadre de sus fotografías para resaltar las cualidades escultóricas del cuerpo humano.



Werner Bischof estudió fotografía en Suiza con Hans Finsler (1891–1972) y Alfred Willimann (1990–1957). Finsler era miembro del movimiento de vanguardia Nueva Objetividad, que perseguía capturar la verdad objetiva como contraposición al expresionismo. Willimann alentó a Bischof a emplear una precisión extrema en su técnica y composición. Esta educación formal y estética hizo que Bischof basase su búsqueda de la belleza tanto en la pureza de las formas como en la naturaleza.
En sus primeros años Bischof se centró en los objetos inanimados y la moda, con un claro interés en la abstracción. Sus imágenes de desnudos muestran la influencia de la fotografía de objetos, al tiempo que responden a la influencia del trabajo de sus contemporáneos, especialmente de Man Ray (1890–1976) y de Erwin Blumenfeld (1897–1969). En sus desnudos, se aprecia la preocupación por la estetización del cuerpo.

 
Texto y fotos:  Fundación Canal

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