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miércoles, 12 de junio de 2019

Cazando impresiones. Sorolla en pequeño formato

Museo Sorolla
Calle Martínez Campos, 37
🚇 Iglesias/Gregorio Marañón

Se puede visitar la exposición hasta el 29 de septiembre.

A lo largo de su vida, Joaquín Sorolla llegó a pintar cerca de dos mil óleos sobre cartones o tabillas de muy pequeño tamaño. Sorolla los llamaba generalmente “apuntes” pero, a veces, se refería a ellos como “manchas” o “notas de color”. Estas tablitas le permitían recoger con rapidez ideas o impresiones de cosas vistas, en obras independientes que iban más allá de un simple boceto.
Si en un principio se consideraron obras íntimas, productos inacabados del trabajo del pintor, pronto se apreció en ellas tanto su libertad creativa. Pequeños en tamaño, pero grandes en audacia, contienen ráfagas del Sorolla más brillante.
A lo largo de su vida, Joaquín Sorolla llegó a pintar cerca  de  dos mil  óleos  sobre  cartones o tabillas de muy  pequeño tamaño. Los llamaba "apuntes", “manchas", o "notas de color".

Este formato fue cada vez más utilizado a lo largo del siglo XIX por los grandes artistas, pues permitía recoger con rapidez ideas o impresiones de cosas  vistas en obras  independientes que iban más allá de un sim-ple boceto. Consideradas en un principio obras íntimas, productos  inacabados del trabajo del pintor, pronto se apreció en ellas su libertad creativa, y empezaron a exponerse y a cotizarse como muestras de lo más personal y original del artista. Sorolla las utilizó a veces para ensayar composiciones, pero a menudo como mero ejercicio. Las conservaba en su estudio, sujetas con alfileres cubriendo con ellas paredes enteras, pero pronto empezó a enmarcarlas, y en todas sus exposiciones estos cuadritos tuvieron una presencia abundante y destacada. Pequeños en tamaño, pero grandes en audacia, contienen ráfagas del Sorolla más brillante. 

Sus primeros apuntes muestran la influencia de Fortuny y los italianos, tanto en su composición como en su manera de utilizar expresivamente las zonas de la madera que deja sin pinta.
Después de sus años de formación en Valencia, Sorolla se establece en Roma como pensionado (1885-1889), y desde allí viaja a París, donde queda deslumbrado por el panorama artístico. A partir de los años de 1890, instalado en Madrid con su mujer, empieza a presentarse a grandes certámenes en España y el extranjero. En 1903, cuando termina el gran cuadro Sol de tarde, Sorolla considera que ha encontrado definitivamente su estilo. Las obras de pequeño formato le sirven como preparación para composiciones más ambiciosas pero paulatinamente cobran independencia respecto a las obras de envergadura: Sorolla las usa como instrumento paralelo, experimental y, sobre  todo,  como una manera de mirar y convertir en pintura la esencia de esa mira.



Joaquín, hijo de Sorolla







Para pintar al aire libre Sorolla llevaba consigo sus cajitas de pinturas de distintos tamaños, que contenían coloress y pinceles sirviéndose de la propia tapa de la caja como paleta.




Estudio de Sorolla en el Pasaje de la Alhambra, Madrid 1897





Exposición de Sorolla en la hispanic Society, Nueva Rork 1909



Estudio de Sorolla en el Museo Sorolla. 1963





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